Hay películas que te golpean, que te agarran por dentro, que pasados unos días las tienes en la cabeza. Películas con una exquisita banda sonora que te sorprendes tarareándola, aunque sólo la hayas visto una vez. Películas que no puedes ni explicarlas, porque te dejan sin palabras.
La vida no es como la has visto en el cine, la vida es más
difícil. Márchate. No quiero oírte más, sólo quiero oír hablar de ti.
Cinema Paradiso (1988).