La pasión al cine de quien suele acompañarme, hizo que hace un tiempo, conociese a Park Chan-wook, director de Stoker y aclamado mundialmente por OldBoy; también ha dirigido películas tan divertidas y extrañas como I'm a Cyborg, but thath's OK. Ambas, también, recomendables ;)

En esta ocasión, aunque la película, tiene claras marcas propias del autor, la violencia no es tan explícita ni visual como en su trilogía de la venganza, en donde se enmarca OldBoy. La tensión entre los miembros de la familia, marcados por grandes silencios, en un ambiente un tanto claustrofóbico, hace que mantengamos la tensión durante todo el film.

Las imágenes, la fotografía, que se ve a lo largo de la película es maravillosa, sorprenden las transiciones, que parecen imposibles y sin embargo perfectas. El ritmo es pausado y a la vez te atrapa en la butaca...