A tan sólo 8 km de Soria, dirección Burgos y enclavado en un monte tan sanjuanero como lo es un soriano, se encuentra el Monte Valonsadero y este Hotel Restaurante que lleva su nombre. 

Pimientos asados, ensaladas de escabeches, choricillos de Soria, tostas de foi, confit de pato, bacalao con pure de torreznos, entrecot o cochinillo y un riquísimo Silentium,  Ribera de Duero de Soria, son algunos de los ricos platos de los que disfrutar en este restaurante. 

Tuvimos la suerte de comer en la galería, con unas vistas privilegiadas a todo el Monte Valonsadero y al Pico Frentes, aunque cualquiera de las mesas está situada en un buen sitio para disfrutar en la mesa acompañados del paisaje. El trato del personal excelente, atentos, amables y generosos en sonrisas y detalles hacen que se alargue un poco la sobremesa y te sientas tan cómodo como en casa. Y del postre no, no me olvido, Helado de Mantequilla de Soria. No se podía pedir más. 

Os recomiendo hacer la reserva antes de ir y después de comer y disfrutar de la sobremesa pasear por el monte para que podáis descubrir algunas de las pinturas rupestres que hay por las pequeñas cuevas y huecos que guardan las rocas del lugar.