A la orilla del río Duero, en Soria, describiendo lo que Machado llamó la curva de ballesta, en metáfora al dibujo que hace el río a su paso por la ciudad, hay un paseo precioso, con joyas arquitectónicas escondidas en una ciudad olvidada.

Río Duero, campanario de la iglesia de San Juan y Monte de las Ánimas, Soria

El aire en Soria es más puro, tal vez por su altura y su viento del norte con el que pareces respirar el frío y la limpieza del aire. Tal vez por su naturaleza tan pura y salvaje. O por el cuidado que con tanto mimo se hace de la ciudad y de toda la provincia. 

Hoy quiero enseñaros un paseo A Orillas del Duero. Un paseo que ha sido acondicionado y mejorado para habitantes y turistas, el cual deja despejar todas las dudas de lo que es Soria. Una pequeña ciudad que guarda secretos y rincones de cuento, de leyendas, las de G.A.Bécquer o de versos interminables como los de Machado, Gerardo Diego, Gaya Nuño... O historias contadas en los vestigios de las ruinas y arquitecturas que quedan. 

Detalle de capitel y vista de los Arcos de San Juan de Duero

Río Duero y caminos acondicionados en ambas márgenes del río, Soria

Restos de la Muralla de Soria, a los pies del Duero y en lo más alto El Mirón

Vista desde el río Duero de la Ermita de la Virgen del Mirón

Desde Sotoplaya, vista del Puente de Piedra Medieval de Soria, sobre el río Duero

Ermita de San Saturio, Soria

¿Os apetece un fin de semana por Soria?